Todos hemos sentido nuestro corazón roto. El corazón se rompe por muchas causas y todas pueden reconducirse a una: quebrantamiento de la confianza y las ilusiones.
Lo más importante es identificar qué parte debemos asumir como responsabilidad nuestra y qué parte no y tratar de despersonalizar el dolor. Si hacemos objetivo el suceso lograremos tomar distancia y poder resolverlo desde el intelecto, evitando el nudo de emociones negativas que inevitablemente se desencadenan de toda fractura afectiva.
Hoy no vengo a hablaros del proceso de cura, no, sino de un arcano al que damos poca importancia y sobre el que debemos reflexionar: el 4 de copas.
El cuatro supone una estabilidad que no debe entenderse como meta. Toda serie decimal expresa un ciclo que debe experimentarse en los aspectos de la vida. Si nos perdemos en el cuatro, los pilares se hunden, la situación se pudre y en definitiva se produce una inevitable “muerte” de la situación.
Hay algo más en esta carta. En el cuatro de copas hay una acumulación emocional que desea elevarse, trascender. El protagonista cree que podría hacerlo con la “persona adecuada”, es decir, hallando el complemento que le potencie. Pues no, creedme, no es posible.
A estas alturas, estaréis algo cansados de escuchar que el amor comienza por uno mismo. Sí, y el dolor, y la experiencia. Amarse a uno mismo no es otra cosa de evolucionar como persona antes que como parte de una pareja o relación. Esto tiene mucho que ver con la crianza y desarrollo en la infancia. El paso de niño a adolescente y posteriormente adulto, supone el desarrollo de habilidades, anclajes, herramientas que hagan que el “Héroe” deje el ámbito familiar, rompa sus lazos y viaje por sí mismo. Si hay sucesos determinantes que influyen o bloquea el desarrollo emocional del niñ@, tendrá repercusiones a la hora de establecer relaciones afectivas sean del tipo que sean.
En el cuatro de copas encontramos un bloqueo emocional y un miedo a caminar solo. Desde luego, la persona deseada no llega, no lo hará nunca y si lo hace, tendrá un papel de terapetua, no como pareja, no como ser individual que se une a otro para sumar una dimensión desconocida. Si aparece un cuatro de copas existe un posible obstáculo que debe sin demora solucionar. Como he dicho tiene que ver mucho con el miedo, principalmente el temor a desafiarnos y crecer. El cerebro tiene dos respuestas al miedo: huye o crece. El crecimiento, una nueva oportunidad para hacerlo viene de la mano del 5.
Hola Sacerdotisa. Me ha encantado este análsis del cuatro de copas. ¿Podrias si tienes ganas y tiempo hablar de la evolución en la linea decimal? Saludos y muchas gracias.