Un 15 de julio de 1799 fue encontrada esta piedra granítica en la ciudad egipcia de Rosseta, hoy conocida como Rashid, por el capitán francés Pierre François Bouchard. Este descubrimiento lo realizó mientras se encontraba dirigiendo trabajos de construcción para el emplazamiento de un fuerte. Bouchard inmediatamente se dio cuenta de la importancia de la piedra, por lo que decide llevarla a el Instituto del Egipto (Institut de l’Egipte), lugar dedicado al estudio de la egiptología, el cual fue fundado por Napoleón en 1798. Sin embargo, en el año 1803, los franceses fueron derrotados por los ingleses, razón por la cual tuvieron que irse de Egipto dejando todas las pertenencias del instituto, lo que implicó que solo pudieran llevarse copias escritas de las inscripciones de la Piedra Rosetta. Es así como esta legendaria piedra fue llevada al Museo Británico, lugar donde es guardada desde el año 1802. Durante los años 1822 a 1824, el francés Jean François Champolion fue quien descifró los jeroglíficos inscritos. Este personaje podía leer tanto griego como cóptico, siendo capaz de trasladar los signos de la lengua egipcio demótica al copto, pudiendo finalmente descifrar los jeroglíficos.
Es un fragmento de una antigua estela egipcia de granodiorita inscrita con un decreto publicado en Menfis en el año 196 a.C en nombre del faraón Ptolomeo V. El decreto aparece en tres escrituras distintas: el texto superior en jeroglíficos egipcios, la parte intermedia en escritura demóticay la inferior en griego antiguo. Gracias a que presenta esencialmente el mismo contenido en las tres inscripciones, con diferencias menores entre ellas, esta piedra facilitó la clave para el entendimiento moderno de los jeroglíficos egipcios. Su utilidad radicaba en que a través de ella, Sacerdotes, Altos oficiales y dirigentes estatales pudieran traducir lo que estaba escrito. Esta característica, fue la que hizo posible al científico inglés Thomas Young (1773-1829) ir relacionando símbolos y signos de los textos grabados en la piedra y crear una correspondencia entre ellos, labor que culminaría el famoso egiptólogo francés Jean-François Champollion (1790-1832), posibilitando al mundo conocer la historia del antiguo Egipto.
La Piedra Rosetta es un legado de relevancia universal para el mundo de la arqueología y de la ciencia de hoy en día. En el año 2003 los egipcios exigieron la devolución de ésta, a través del doctor Zahi Hawass quien es secretario del Consejo Supremo de Antigüedades del Cairo, quien afirmó que esta piedra constituye un icono de la identidad egipcia. El término Piedra Rosetta, se aplica hoy en día para hacer referencia a cualquier cosa que sea fundamental para una traducción, o bien a un problema de gran complejidad. Ejemplo de multiculturalidad, debería colocarse en medio de cada Consejo, Comisión o reunión de altos cargos donde no se encuentra un lenguaje común para lograr unificar posiciones.
Fuentes: viajar.elperiodico.com; wikipedia.org; viajejet.com/la-escritura-de-egipto;
oculimundienclase.blogspot.com;talent.paperblog.com
Mila gracias Sacerdotisa por este apunte cultural tan interesante. Para muchos el tarot sigue siendo una piedra rosseta, pero para ti no. Un beso y cuidate.
Eres estupenda, M. A, me sobrevaloas! Besos.