Esta semana la noticia negativa respecto a la magia llegaba de unos estafadores, detenidos en Chiclana (Cádiz, España):
El fraude partía de un supuesto brujo que se anunciaba con el siguiente texto:
«Profesor, vidente, brujo satán espiritual, experiencia y seriedad, poder en todos los ámbitos para solucionar problemas, especialmente de amor, recuperar pareja, quitar mal de ojos, impotencia sexual, etc. Garantizado 100%. Resultados 3 días»
Creo que ya he indicado alguna vez, que garantía del 100% no puede ser más que un reclamo publicitario de ninguna fiabilidad. En este caso los estafados acababan siendo coaccionados para que, mediante amenazas de realizarles rituales en su contra, entregaran todo su dinero al falso vidente y falso brujo.
Normalmente en las páginas de Tarot este tipo de engaños, que desprestigian enormemente al resto de profesionales serios, trata de ser ignorarlos para evitar que empeore aún más la imagen de su profesión.
Los clientes que acuden a un servicio de brujería del que no conocen nada, por el que pagan lo que les preguntan, que van a que les curen del mal de amores y acaban amenazados por un brujo, nos las encontramos con cierta frecuencia.
El conflicto ético es importante. Si no intentas ayudar a esa persona, sabes que menos tarde que temprano caerá en las manos de un estafador. Normalmente no tienen problemas reales, creen que son víctimas de un conjuro contra ellos o mal de ojo. Ya he indicado que esto es mucho menos frecuente de lo que algunas personas creen. No es fácil ser víctima de mal de ojo ni de brujerías porque no hay tantas personas con esos poderes y conocimientos.
En cualquier caso se puede hacer un Ritual de Protección. Si se hace, el Consultante queda totalmente libre de influencias espirituales negativas.
Este tratamiento tiene efectos duraderos pero a lo mejor llega la persona y quiere que se lo haga de nuevo pasadas dos semanas. Aquí llega el conflicto ético:
Un estafador propondría que el tratamiento se realizara con frecuencia, para lucrarse del Consultante.
Un profesional aceptaría realizarlo con frecuencia, pues es su forma de ganarse la vida.
Para mi, que no me dedico a esto profesionalmente porque pretendo hacerlo tan bien como es posible, la opción de rechazar al Consultante me lleva a que este acabe recurriendo a otra persona. Y ahí es donde empezarán sus problemas.