Tue13Aug

Las lágrimas de San Lorenzo

Escrito en Energia positiva, Onomásticas y aniversarios

Imagen tomada de la noche del 13 de agosto en Guadalajara (España)

En sus órbitas alrededor del Sol, los cometas dejan un reguero de gases, polvo y escombros (materiales rocosos) que permanecen en órbitas similares a la de sus cometas progenitores. Se forman así regiones anulares en torno al Sol en las que abundan esos fragmentos perdidos por los cometas que los astrónomos denominamos ‘meteoroides’.

Cuando, en su movimiento alrededor del Sol, la Tierra entra en uno de estos anillos, algunos de los meteoroides son atrapados por el campo gravitatorio terrestre y entran a gran velocidad en la atmósfera. La fricción con los gases atmosféricos calcinan y vaporizan los meteoros que aparecen brillantes durante una fracción de segundo formando lo que popularmente denominamos una lluvia de estrellas fugaces.

 


Este es un año excelente para disfrutar de las Perseidas. El momento óptimo para observarlas es la madrugada del 12 al 13 de agosto, tras el ocaso de la luna creciente, desde el entorno de la medianoche hasta antes del amanecer. Además, las noches inmediatamente anteriores y posteriores también serán ricas en meteoros. El número de estrellas fugaces por hora, desde un lugar oscuro y de cielos despejados, podrá alcanzar el centenar. Lo único necesario para verlas es un lugar bien oscuro, un cielo despejado de nubes y un poco de paciencia. Alejarse de los núcleos urbanos, esta noche se puede repetir la experiencia.

En sus órbitas alrededor del Sol, los cometas dejan un reguero de gases, polvo y escombros (materiales rocosos) que permanecen en órbitas similares a la de sus cometas progenitores. Se forman así regiones anulares en torno al Sol en las que abundan esos fragmentos perdidos por los cometas que los astrónomos denominamos ‘meteoroides’.

Cuando, en su movimiento alrededor del Sol, la Tierra entra en uno de estos anillos, algunos de los meteoroides son atrapados por el campo gravitatorio terrestre y entran a gran velocidad en la atmósfera. La fricción con los gases atmosféricos calcinan y vaporizan los meteoros que aparecen brillantes durante una fracción de segundo formando lo que popularmente denominamos una lluvia de estrellas fugaces.

La altura en la que el meteoro se hace brillante suele encontrarse entre 85 y 115 km, pero esta altura depende de la velocidad de penetración en la atmósfera. Los meteoros que sobreviven hasta unos 20 km de altitud dan lugar a espectaculares bolas de fuego que pueden llegar a tener brillos aparentes mayores que el del planeta Venus. La gran velocidad transversal de algunos de estos meteoros y su alto brillo causan la ilusión en el observador de que están muy próximos.

Los fragmentos cometarios (meteoroides) de masa menor al kilogramo se calcinan completamente en la atmósfera, pero los mayores y más densos (de consistencia rocosa o metálica), forman meteoritos: restos calcinados que caen sobre el suelo. Los meteoritos conservan informaciones importantes sobre la composición química de la nebulosa interestelar primitiva de la que nació nuestro Sistema Solar

 

Como cada año por estas fechas, la Tierra, en su camino de traslación alrededor del Sol, pasa por un lugar poblado por los fragmentos rocosos que arroja el ‘109P/Swift-Tuttle’, un enorme cometa con un núcleo de 26 km de diámetro que nos visita cada 133 años. La correspondiente lluvia de meteoros parece tener un único centro de origen, un punto del que parecen surgir todas las estrellas fugaces. Ese punto se denomina radiante y su localización se utiliza para nombrar a la lluvia de estrellas. Así pues, las Perseidas tienen su radiante en la constelación de Perseo.

 

Las Perseidas son visibles desde todo el Hemisferio Norte en pleno verano. Las velocidades de estos meteoros pueden superar los 50 km/h. Su momento de máxima actividad tiene lugar a mediados de Agosto, pero las Perseidas comienzan habitualmente a verse hacia el 23 de Julio y terminan hacia el 22 de Agosto.

Las Perseidas son también conocidas con el nombre de lágrimas de San Lorenzo, porque el 10 de agosto es el día de este santo. En la Edad Medieval y el Renacimiento las Perseidas tenían lugar la noche en que se le recordaba, de tal manera que se asociaron con las lágrimas que vertió el Santo al ser quemado en la hoguera.

Santacroce St. Lawrence.JPG

Esta tarde voy a realizar una consulta privada a una amiga nuestra, lectora, participante… Una mujer generosa que me da permiso para colgar su lectura. Si lo hago, lo hago para que podamos seguir su «caso», darle apoyo y consejos. Gracias a todas porque estáis atentas a mis palabras y a mis momentos bajos, típicos de una cáncer con caracteres un poco ciclotímicos. Besos a todas/os!!!!!

Imágenes del fenómeno

http://www.rtve.es/mediateca/fotos/20130812/fotos-perseidas-2013/117915.shtml

Fuentes: elmundo.es; elcorreo.com; lavanguardia.es;wikipedia

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Un comentario para “Las lágrimas de San Lorenzo”

  1. M.A. dice:

    Bien Sacerdotisa, me encanta ver explicaciones científicas a hechos que siempre han sido vistos como sobrenaturales. Aun asi, tampoco me disgusta el mantener cierta ensoñación y fantasia sobre sucesos como estos. Combinar las dos cosas es un saludable ejercicio para la mente, lo real y lo imaginario dándose la mano en nuestra compleja estructura cerebral. Me gustaría, sin embargo, completar toda esta información con tres apuntes que quizas a quien pueda mirar el cielo durante estas noches y las siguientes pueda interesarle. La primera es que la constelación de Perseo puede verse durante todo el verano (muy baja en el horizonte), todo el otoño e invierno (para el hemisferio norte), y en invierno, primavera y verano (en el hemisferio sur) ya que tiene su culminación el 10 de diciembre. El segundo apunte es que entre la cabeza de «Perseus» y Cassiopeia» se encuentra el objeto más famoso de esta región celeste: «El cumulo doble» dos cúmulos de estrellas casi gemelos, visibles a simple vista como una mancha. El más brillante tiene unas 350 estrellas y su compañero unas 300. Con prismáticos y telescopios ofrece un verdadero espectáculo. El tercero es que Perseo tiene dos estrella brillantes: «α Algenib»– lado-, una supergigante amarilla, y «β Algol»- cabeza del ogro-, un sistema doble (estrella binaria eclipsante) que al pasar una frente a otra hace que su brillo aumente o disminuya, circunstancia que puede contemplarse a simple vista. Ahí lo dejo para quien quiera mirar. Besos.