La ruta del autodescubrimiento y cambio interior
En la segunda fase del camino existen virtudes materiales que deben ser logradas si pensamos en la superación del ego. Es una etapa en la que el niño deja de serlo para comenzar su camino de adolescente o persona joven y que puede extenderse hasta los 21 años aproximadamente. Cuando alguien presenta un desarrollo emocional bloqueado o enquistado podemos contemplar cómo no logra pasar de un punto muerto y solo asiste a cambios circunstanciales o de la misma vida, un sentido que se encuentra en la Rueda de la Fortuna.
Su posible escollo reside en que es la encarnación del gran arquetipo universal de la maternidad y suele representar a la madre y a la figura materna normativa y castradora, que se anticipa a todo error. Levantar la espada con mucha firmeza puede llevar a un movimiento en que nuestra mano comienza a temblar y no queremos soltar el arma bajo ningún concepto. La Justicia real no es simplemente la que se encuentra en la norma, eso corresponde a la verdad formal. La verdad o lo justo es material y debe ser justo para el caso y no para todos. Es decir; llevar los principios hasta el extremo de no contemplar las circunstancias y viceversa, dejar que las circunstancias personales nos haga perder el norte de la verdad puede llevar a una situación profundamente injusta donde el resultado viene independientemente de nuestra actitud.
El 8 es el número de la perfección y como tal en los arcanos menores se encarnan las cuatro perfecciones. El más espiritual (espadas) supone la crítica intelectual y la asunción de responsabilidades más allá de los juicios impuestos. El todo vacío anterior se corresponde con el todo lleno que reside en el de copas, caridad, amor y desprendimiento de las materialidades; es el momento en que uno se da cuenta de que necesita menos. En el de oros la prosperidad total (materia/espíritu) es posible. En el ocho de bastos la energía se concentra en el presente, no solo es energía sexual, sino energía sexual empleada en la obra espiritual.
Positivamente, enseña a decir sí y a decir no, a distinguir los juicios objetivos y subjetivos. Para ello, hay que saber empatizar y ponernos en lugar del otro.
El Ermitaño: si busco en mis profundidades puedo tomar contacto con la sabiduría y desde allí debo salir a entregar mi luz interior.
Como segunda virtud representa la paz interior y el aislamiento para pensar. Para lograr que el este arcano sea un aliado debes ver las cosas como son, verdaderamente y escuchar lo que existe sin juzgar ni justificar nada. Es una crisis a la que hay que entregarse, es el cambio profundo al que hacer frente, porque ese mirar adentro para renovarse es admitir nuestras virtudes y defectos, en la misma medida. Su obstáculo reside en dos planos: como ausencia del padre que guía nuestro camino y la falta que supone en nuestra vida carecer de él. Además, contemplar la soledad y la reflexión como un castigo. Cuántas veces me escriben:”Llevo un tiempo considerable solo/a y es tiempo de tener pareja”. El Ermitaño no conoce el tiempo porque mira al pasado para poder recorrer el futuro. Nuestro enemigo, el tiempo, las expectativas, los límites, las frustraciones por los horizontes no alcanzados. Supone el paso del amor egoísta al más abnegado y desinteresado.
Los 9 suponen la crisis para la nueva construcción. Es difícil encaminarse hasta este número porque en el plano emocional lo vivido debe ser eliminado (copas) por lo que la relación que no se ha perfeccionado según nuestros patrones no lo hará jamás (no solemos admitirlo), mientras que en el de oros asistimos a una suma, una nueva situación material llega. En el de espadas, una de las cartas más negativas de la baraja, asistimos a que el intelecto se parte en dos: has de salir al mundo y escuchar porque tú formas parte del mundo y tus ideas también, pero no son la totalidad. El 9 de bastos es complicado, porque se ha empeñado mucha energía en un objetivo que se va desdibujando por lo que hay que decidirse a ser uno mismo sin hacer concesiones, es decir; asumir las responsabilidades.
La rueda de la fortuna: el mundo gira a través de patrones que se repiten una y otra vez más allá de mi voluntad consciente. Deberé ser capaz de salir de la rueda para crear mi destino.
No es una virtud sino un obstáculo a eludir para no convertirnos en seres que solo esperan que cambie el tiempo, las circunstancias, que se vaya lo malo y venga lo bueno como en un ciclo de lluvias. Es el dejarse llevar por lo que la vida va marcando, que es distinto de adaptarse o ser flexible. ¿Cuántas decisiones verdaderas has hecho en tu vida que no tengan que ver con tu familia, tu pareja, tus hijos? ¿Cuál es tu elección? Si no superas este obstáculo, se vuelve al principio, como en un juego de mesa. Para este arcano, mi frase es: Sé feliz haga el tiempo que haga, porque ese tiempo es circunstancial. Tus valores, tus virtudes, tus afectos, permanecerán.
Nos invita a reflexionar sobre las alternativas inevitables de ascenso y caída.
El número 10 implica un cambio de ciclo. Resulta más fácil decirlo que hacerlo. El final de todo puede ser doloroso y alegre, como un parto. Ese final no es el que tú escribas, no es la novela que quisiste leer, sino el que debe ser. Cuando no aceptamos el final de algo volvemos irremediablemente a un punto anterior de salida. Así nos encontramos con la respuesta más usual:«Siento que aún no ha terminado, que queda algo pendiente».
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Gracias Sacerdotisa, muy interesante.
Besos.
Gracias preciosa, me ayuda a interpretar la cuarta carta de la tirada de Herradura, a veces no es fácil aunque es una tirada concisa… Voy a intentar retomar el Tarot en lo que pueda, veo que sigues ahí igual que M. A.! Lo que no he podido es logarme aunque recibo la suscripción al correo, he intentado recuperar la clave al correo pero no me identifica el servidor, no sé si puedes indicarme como hacer o me tendré que dar de alta otra vez.
Besitos a ambas; )