Sat15Feb

Ritual con sal marina

Escrito en Conjuros

La sal marina es utilizada comúnmente en rituales de limpieza y como purificadora de energía, auras y espacio. Al tener toda la energía del sol y del agua contenida dentro de sí, es considerada un objeto preciado, puro, con un poder especial para poder protegerte a ti de las malas vibraciones. Y también para ayudarte a conseguir que la suerte esté de tu lado.

Por esta misma razón, si eres de las personas que creen en los hechizos, las magias y el esoterismo en general, no dudes en probar con este ritual de sal marina, que también tiene dentro de sus ingredientes a algunas hierbas que ofician como protectoras y atractivas de la suerte. Es sencillo y sólo tienes que seguir los pasos que se proponen a continuación.

Necesitamos:

 

Un plato

Cantidad suficiente de sal marina gorda como para cubrirlo

Una ramita de ruda

Algunas flores frescas de manzanilla

Algunas hojitas de menta

 

Ejecución:

Sobre el plato que hayas escogido para realizar este hechizo para atraer la buena suerte, coloca primero, esparcidas sobre él, la ruda, las flores de manzanilla y también las hojas de menta o hierbabuena. Acto seguido, la idea será la de cubrir el plato con sal marina, logrando que dichas hierbas y plantas no sean visibles.

Ahora, dirígete hasta la mesa de luz de tu cuarto, coloca sobre ella el plato con los ingredientes y déjalo reposar allí durante una semana. Una vez que ya estés dentro del octavo día, en un lugar donde corra el agua, debes tirar la sal con los elementos y pensar en tu suerte, en que esta va a cambiar y que es momento de que llegue a tu vida, alejando también todas las malas ondas. Repite este procedimiento a partir de ese mismo día y así sucesivamente.

En Pamukkale, Turquía, sobre un acantilado fluvial de más de doscientos metros de altitud, se eleva un grandioso decorado surrealista sin comparación en todo el mundo. Parece sal, pero no lo es. Me impresionó tanto, que lo recuerdo muy a menudo como un lugar mágico.

Pamukkale, denominado “Castillo de Algodón” por sus fantásticas cascadas petrificadas y piscinas naturales que se encuentran en constante ebullición, vivas y cristalinas. El paisaje adquiere la dimensión de un fantástico jardín acuático, vertiéndose estanque a estanque formando inmensas caracolas de roca calcárea, de una blancura azulada y de una tremenda belleza. Los manantiales calientes que brotan constantemente del interior son el origen de este prodigio y el motivo primordial del asentamiento aquí de tantas civilizaciones pasadas.

 

El agua termal brota a una temperatura constante de 35º, vertiendo un caudal constante de 240 litros por segundo. Esta agua se utiliza para el tratamiento de distintas enfermedades. Pamukkale constituye un escenario natural, en lo alto de un altiplano que domina el fértil valle de Denizli , un mirador formado por centenares de travertinos de todos los tamaños y formas. A solo 5 kilómetros al norte de Pamukkale, en Karahayit, el agua brota de los manantiales a 38º, extraordinariamente rica en mineral de hierro, una enorme mancha de rojo sobresale en el verde paraje que rodea el manantial.

 

El amanecer y el atardecer son momentos únicos que solo se pueden vivir aquí, el sol cayendo tras las pequeñas cascadas, hacen que este lugar sea un verdadero paraíso. Son cientos de personas las que allí se concentran, algunas para sanar, otras para disfrutar de las vistas y otras simplemente de paso, convierte a Pamukkale en un destino muy concurrido.

 

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4 comentarios para “Ritual con sal marina”

  1. raquel dice:

    No entendí cuando al final del ritual dices: Repite este procedimiento a partir de ese mismo día y así sucesivamente.

    A que te refieres exactamente? en que hay que hacerlo de forma periodica y si es asi cada cunato tiempo? . Es qué no lo entendí bien.

    Un beso sacerdotisa.

  2. sacerdotisa dice:

    Quizás está mal expresado, raquel, pero se supone que las limpiezas así de «blancas» se han de repetir, como bien dices, de forma periódica. El tiempo es el que quieras, hay quienes lo hacen una vez al mes, o con el cambio de estación, cada tres… De la manera que se hace, uno se reafirma en mantenerse limpia. Por ejemplo, quemar romero con 7 granos de sal gorda en una cazuela de barro y extender su humo por toda la casa para después echarlo al agua y abrir las ventanas, purificando, puede hacerse cada martes y cada viernes, depende cómo sientas la energía o tu vida (estancada, obstaculizada)… Espero haberte aclarado. Besos.

  3. raquel dice:

    Hola Sacerdotisa.

    Sí, ya lo entendí perfectamente.
    Hace un tiempo me habitué a los rituales, creo que me están haciendo más bien que mal. Supongo que la cuestión está e creer en lo que estás haciendo, tener paciencia y no obsesionarse.

    Un abrazo sacerdotisa.

  4. sacerdotisa dice:

    Raquel, es la consciencia los que los hace valiosos y también su límite. No creo que hagan mal salvo que creas que sin ellos todo se ennegrece. Besos.