Un tema muy interesante y que no he visto desarrollado por ningún experto del Tarot es el de las verosimilitudes o probabilidades. Así, lo que aquí se exprese es más bien a título personal, sobre mi forma de entender el Tarot.
Como ya he explicado, en la medida de lo posible me gusta alejar el Tarot de las supercherías y acercarlo a lo científico. Para ello, la ciencia de las probabilidades es muy importante, aunque normalmente los amantes del Tarot odian las matemáticas.
Una cuestión muy importante en el Tarot, ante cualquier pregunta es, ¿Hasta qué punto es probable lo que me solicitan?
Imaginad que el Tarot estuviera formado por 78 cartas: 39 positivas y 39 negativas. Y que un lector nos dice, ¿Me tocará hoy la lotería?
Si tratáramos de responderle de forma sencilla, con un sí o un no, nos bastaría con tirar una carta. Pero claro, si la mitad de las cartas son positivas, ¿Tiene algún sentido que, de salir una carta positiva, esto quiera decir que le tenemos que decir al Consultante que sí?
Este es en mi opinión uno de los temas centrales del Tarot, pues en torno a él giran otros como el de la variación en los significados de las cartas, algo que causa muchas dudas en los que se inician, o la frecuencia con que se dan buenas noticias a las consultas de Tarot.
Centrándonos en la anterior pregunta, con un poco de matemáticas en la mano, vemos que es ilógico esperar que una persona tenga un 50% de probabilidad de que le toque la lotería. La probabilidad es en realidad muy inferior a una entre 78. Es decir, que si sólo hubiera una carta que dijera «sí, te tocará la lotería», y saliera esa carta, estaríamos equivocándonos en nuestro veredicto.
La consulta exige en sí mismo un tener idea de hasta qué punto es probable que suceda lo que nos están consultando. Es uno de los datos fundamentales antes de realizar la tirada, pues en función de él, se ha de realizar y evaluar la situación.
Si una mujer nos dice «he visto a un hombre que me parece guapísimo y estoy enamorada de él, ¿Qué posibilidades tendré de acabar con él?» para el Tarólogo es importante conocer hasta qué punto existe una relación entre esa mujer y ese hombre. Si se conocen de hace tiempo o no. ¡Imaginad que al final de la consulta, os enteráis de que el hombre en cuestión era George Clooney! En tal caso es muchísimo menos probable que si fuera su vecino del tercero.
Para esta consulta del amor, las verosimilitudes son tan importantes como la consulta y lo que digan las cartas mismas. Para el vecino del tercero, la presencia de un rey y los enamorados, puede ser señal de amor seguro. Mientras que para George Clooney serían necesarios indicios muchísimo más sólidos.
Hay quienes se engañan pensando que el Tarot sería capaz de mostrar su rechazo con cartas negativas. Esto es cierto, pero sólo hasta cierto punto. No hay que olvidar que son cartas, que son finitas, que el proceso de barajado no es del todo aleatorio, y que siempre pueden salir cartas contradictorias.
En el caso de la lotería, vemos que exigimos demasiado del Tarot para dar una respuesta creíble. Ante la consulta que nos hacen, ha de resultar una carta muy negativa, mientras que hay muchas positivas que podrían hacer pensar que a esa persona le puede tocar la lotería.
Otro aspecto importante es que según la consulta que nos formulen, puede ser necesaria una tirada u otra. Para la lotería, sería necesario tirar tres cartas y pensar en una disposición específica (por ejemplo: Seis de espadas, siete de copas, ocho de oros invertido). De esta forma se reproduce de forma bastante exacta la probabilidad en el mundo real.
Por todo esto, creo que es muy importante que las consultan se expresen de forma exhaustiva, pues en función de las probabilidades, se podrá considerar hasta qué punto pueden ser reales, y lo que en un contexto genérico es algo positivo, en uno específico puede no serlo.
Si un enfermo de cáncer nos consulta por su futuro, y sale la carta de la muerte, obviamente eso no significa «un cambio en el futuro». Significa lo que significa. Si ese enfermo nos oculta su enfermedad, algo siempre posible, la tirada puede ser equivocada, hablar de forma totalmente errónea sobre unos cambios en la vida, incluso un cambio de pareja. No es culpa del tarólogo, o sí lo es por no preguntar un poco antes de realizar su lectura.
En resumen, hay que conocer la probabilidad de que un suceso suceda antes de realizar la lectura. El conocer esa probabilidad puede provocar realizar una lectura con determinado número de cartas u otra.