He recibido ya un par de consultas de personas que querían saber mi opinión sobre el famoso pulpo alemán, de nombre Paul, que está acertando todos los resultados del Campeonato del Mundo de fútbol. Creo que salvo las personas que ignoren por completo el fútbol todo el mundo, al menos en España, ha oído hablar de este pulpo.
Pero desde el punto de vista de la adivinación, ¿Qué se puede decir de Paul?
Antes de formar una opinión equivocada he indagado un poco sobre la forma en que Paul realiza sus pronósticos. El método consiste en que los cuidadores introducen comida en dos cajas, cada una de ellas con la bandera de una selección de fútbol, las que se enfrentarán en el partido (y una de ellas la de Alemania, hasta antes de alcanzar fama mundial) y Paul acaba decantándose por la comida de una de las dos cajas. Eso significa que el equipo cuya bandera está dentro de esa caja ganará el partido de fútbol que los enfrenta.
Este sistema en que el pulpo acaba optando por una caja un otra y con ello determina un resultado es el que mantiene maravillado a medio mundo. Pero, ¿Se puede adivinar el futuro de esa forma?
Desde mi punto de vista, el caso de Paul no tiene nada de extraordinario. Paul no es más que un medio para realizar la adivinación, igual que lo son las cartas del tarot o los posos del café. En el momento en que se establece un canal de expresión del porvenir, se define correctamente la forma en que este sistema funciona y luego, tras observar los resultados, se entiende que el método funciona, ¿Qué duda ha de caber al respecto?
En realidad no es Paul el que adivina el resultado, sino sus cuidadores a través de él. Ellos son una suerte de adivinos, echadores de cartas que han encontrado en el pulpo una forma de expresar ese conocimiento. Como en la ouija no es el vaso el que produce el mensaje, ni siquiera las personas que lo sujetan con sus dedos. Es la conjunción, el todo, lo oculto que encuentra un canal ante el que mostrarse.
Por eso no creo que sea preciso decir que el Tarot permite la adivinación o abrir una puerta a consultar el futuro. No son, desde luego las cartas en sí mismas. Cuenta mucho la persona que las lee, pero esa persona debe ser un ente pasivo, debe dejar que sea lo esotérico lo que se exprese a través de él, de sus palabras, de los mensajes que las cartas le trasmiten en ese momento.
Del sistema de lectura del futuro mediante el pulpo alemán Paul hay un par de cosas que no me gustan.
De un lado que en fútbol es posible el resultado de empate y eso no se contempla en el método predictivo. No da pie a matices, ha de ser sí o no pero hay preguntas cuya respuesta no puede resolverse de forma tan certera. Cuando el partido termine en empate, Paul constará como que se equivocó. Pero no tuvo oportunidad de acertar ese resultado.
Por otro lado hay una enorme presión mediática hacia él: tiene que dar resultados continuos, a todos los partidos. No es bueno forzar ese canal de comunicación y se está haciendo. Ya he mencionado muchas veces que las cartas del Tarot pueden dar el mensaje de que no están en condiciones para dar mensaje. Es como si se negaran a dejarse leer. Pero el pobre pulpo tiene que comer y acaba escogiendo por necesidad una o otra caja. Creo que esto va a acabar por completo con las habilidades demostradas. No dudo apenas de la validez de sus resultados pero creo que ya ha llegado a un punto en que esa forma de adivinar deja de ser válida. Puede seguir acertando resultados, pero ante una coyuntura de 50% tarde o temprano fallará mucho.
Al hilo de tantas noticias que hablan del privilegiado cefalópodo quiero recalcar otro hecho interesante y es ver las reacciones feroces de los países que han visto como perdían sus equipos, tras que Paul ya avisara de la inminente derrota. Mucha gente quiere matar al pobre animal o se muestran agresivas con él. Paul no está cambiando el futuro, está limitándose a dar su visión sobre él. Pero hay quienes no consiguen distinguir estos dos hechos. Es como cuando el hombre del tiempo dice que mañana lloverá y, caso de cumplirse, ¿Tiene él alguna culpa de que esto sucediera?
Pero con las predicciones es muy común, desafortunadamente, relacionar al agorero con la causa de los males. He tenido no pocos problemas por dar lecturas que no eran para nada positivas. Creo que por eso muchas personas se acaban torciendo y terminan dando lecturas muy neutras cuando ven algo negativo en las cartas. Acaban temiendo la reacción del Consultante, tienen miedo de que se les cuestione o incluso acuse de culpabilidad.
En conclusión, estas son mis opiniones sobre Paul. Sea lo que sea lo que pronostique para el futuro, le deseo que comience a fallar y pueda caer en el olvido pues más temo que su futuro peligre ante tantos aficionados al fútbol que acaban culpándole de las derrotas de sus equipos. Pues nadie pensará jamás que su equipo ha ganado gracias a él pero sí muchos lo culparán de las derrotas. Desde luego Paul no es un fraude, su capacidad para acertar es casi incuestionable.
Hola, Arcano… Pues ojalá se logre la protección de ese animalito, porque él con decir quién es el equipo que ganará realmente no tiene la culpa de que en realidad pierda el otro equipo… En vez de eso, a los que dijo paul que no iban a ganar se deberian de esforzar más para tratar de cambiar la situación, no crees? es de ellos el esfuerzo y lo que paul muestra es una tendencia a suceder si no se hace nada al respecto… Lo malo es que su vida corra peligro por haberlo usado como un medio de canalización… Saludos… Tanina.
Hola river plate se va a la b o gana.