El Tarot tiene la capacidad de reflejar varias circunstancias de la vida del consultante. Esto lo puede mostrar en una misma lectura bien, a través de un único Arcano Mayor, bien, con un conjunto, que vendrá a detallar matices sobre una “personalidad” base. Se trata de la riqueza comunicativa propia de este lenguaje.
En la secuencia mundana, los arquetipos iniciales (Loco al Carro) expresan el carácter primario de una persona. La Justicia, el Ermitaño y la Rueda contribuirán a la aprehensión de virtudes y supondrán los primeros obstáculos que afrontar en el camino evolutivo. El arquetipo primario se debe matizar complementar con otros que aporten complejidad y dinamismo a la personalidad. Porque aún no se ha iniciado el verdadero crecimiento personal.
Así, es un error muy común fijar edades y circunstancias muy estrictas a los arquetipos. Sería igual que obstruir un canal enorme donde la información fluye. La Fuerza comienza el segundo grado que nos habla de la evolución del carácter primario, que siempre queda, que siempre es la base. De igual modo, no todas las personas quieren evolucionar, pueden ser plenamente felices desarrollándose en el primer grado
Conviene recordar que no es aconsejable leer el Tarot a niños directamente, sino a través de sus padres y advirtiendo que son personalidades sin formar. Por lo tanto, todos tenemos varios pares de Arcanos que nos suelen acompañar durante nuestro recorrido personal según los temas que vayamos tratando.
En mi caso, mi par “clásico” desde pequeña ha sido Papisa/Luna, en el que resalta mi cualidad para aprender, descubrir y enfrentarme a ciencias ocultas. La Papisa es consciente de que la realidad golpea de forma que la ingenuidad puede perderse muy pronto.
Otro rasgo particular es la Fuerza y la Estrella, que aparecen en temas específicos. La Fuerza hace referencia a mi modo de creer y de enfrentarme a la vida en general y a los problemas en particular ya que no espero que sucedan las cosas, lucho por lo que creo. La Estrella hace referencia a cómo me gusta ser, tal cual, lo más natural posible creyendo que lo simple puede ser bello y todo puede hacerse de una forma “bonita”, además que siempre he buscado y creo haber encontrado mi raíz en el mundo, así como la conexión cielo/tierra.
Todos estos arcanos tienen sus connotaciones menos positivas, esas que queremos que estén presentes lo menos posible. La Papisa tiene un aspecto de espera y respeto por ciertas situaciones que puede confundirse con frialdad, falta de acción. La Luna, lunática, a veces confunde la ausencia de luz con la falta de claridad. La Fuerza toma en ocasiones demasiado impulso y la Estrella, al mostrarse desnuda ante el mundo, puede ser prejuzgada.
Cada día me enfrento a consultantes que no quieren ver la realidad que hay en las elecciones cotidianas, esa “base” que comentaba antes. Ensalzan el pequeño cambio externo, lo mundano, sin entender que los pequeños matices no son los Por Qué, sino los Qué. Si conocemos la energía, la base primaria, podremos analizar una posible evolución a largo plazo.
Por eso la ciencia que hay tras los arquetipos funciona siempre, si se sabe leer. Los arquetipos de pareja no solo son útiles para parejas amorosas, sino para relaciones en general. Por ejemplo: una relación laboral entre empleado/jefe representada por Fuerza/Mago va a funcionar porque es un par que se complementa, de igual modo que los colores complementarios dan un resultado positivo.
Un post muy ilustrativo. Curioso como somos y como nos representan los naipes del tarot… Como evolucionar y pasar de un nivel a otro es más complejo, pero está entrada en tu página, Sacerdotisa, invita a reflexionar, a evolucionar, a realizarte como persona para intentar llegar a una vida plena, satisfactoria y equilibrada. Cuídate mucho y sigue alumbrando nuestro camino con ti sabiduría, yo por mi parte, te lo agradezco muchísimo. Bss, cuídate.