En post anteriores he tratado el tema del significado del 9. El 9 anuncia una crisis que anuncia el fin de un ciclo. Es el compromiso que te exige el número y que materializa con distintos matices en los cuatro palos. El número (nueve) es el signo de los ideales, el interés Universal y el espíritu de combate con fines humanitarios. Simboliza la Luz interior, priorizando ideales y sueňos, vivenciados mediante las emociones y la intuición. … El nueve debe descubrir su calidad interior y desarrollar la nobleza del alma.
¿Qué sentido más práctico nos transmite una lectura donde el 9 tiene un peso o es una carta recurrente en distintas sesiones?
En el Ermitaño encontramos la segunda virtud que debe lograrse para dominar el ego a través de la superación mental. Tras la Justicia, el Ermitaño nos habla de la paz interior, paz que llega cuando evitas juzgar y justificar. Se trata de una acción interna y externa. Uno debe retraerse del mundo exterior para activar el mundo interior. El apartarse de la sociedad no debe confundirse del alejamiento de la humanidad. Más que nada, debemos recordar que es una transición y por tanto, temporal. El retiro no ha de ser físico, sino más bien un desprendimiento de lo mundano y separación emocional de otras personas para poder trabajar en la propia evolución. Negativamente el Ermitaño puede indicar una actitud infantil o un falso entusiasmo vital con la finalidad última de evitar la responsabilidad de hacer algo con su propia vida.
-Responsabilidad.
-Crisis.
-Universal.
-Individual.
El 9 de copas simboliza una transición desde la eliminación de lo ya vivido para proceder a una elevación. Nos pide amplitud emocional, nos pide rompimiento de cadenas. Evoca un sentimiento más altruista y universal. Muchas veces las relaciones marcadas por este arcano son aquellas que han alcanzado su máxima expresión o elevación y se debe contemplar un fin que se ha producido mucho antes. Se sigue activo en cuanto a los sentimientos pero se anticipa el final de los mismos. El amor se desvanece o bien cambian los objetivos. Tras un periodo de gran esfuerzo, el arcano remite a la paz que se logra en los placeres ordinarios, en ser feliz sin más.
El 9 de bastos, tan adverso y portador de obstáculos y derroche de energía, para J.A Portela es un arcano de gran fuerza que encierra una cualidad humana, el silencio, el saber, la información. Muchos de nosotros cometemos grandes errores o no diseñamos buenas estrategias precisamente por falta de conocimiento o por tener mucha ignorancia sobre algo., falta de fuerza moral.
Sin embargo, como fin de un proceso mental en su fase de definición, debe seguir aún en el plano mental pues su manifestación lo coloca en el plano físico y, uan vez expuesto, puede perder esa fuerza que posee como idea o como plan.
La propia fuerza reside en que los demás lo ignoran y eso le otorga poder a la persona que cuenta con ellos. Así, significa conocimiento especial, posición ventajosa, autodisciplina. Sus condiciones hacen que muchas veces pensamos que podemos llevarlo a cabo y lo desechemos por falta de energía, ya que se requiere mucha y de forma constante.
Representa la zancadilla que te pone la vida al exigirte un compromiso. Has podido desarrollar una actitud de lucha constante que no recuerdas por qué luchas, solo mantienes la actitud. Es el miedo de que las cosas cambien, de que lleguen a su fin. El miedo a morir y la experiencia real o simbólica del fin del ego. Aquí hay una llamada a ser uno mismo, a evitar los compromisos para poder construir algo nuevo.
Espiritualmente, el 9 de espadas es la sensación de que algo termina desmoronándose, de hecho se produce un cambio entre el individuo y la sociedad, persiste la idea de que el último tranvía se ha perdido, que uno no puede adaptarse a las cosas, por lo tanto, remite a estados de tristeza, soledad y añoranza. Se renuncia por CANSANCIO.
Sin embargo, el mensaje de la carta es precisamente contrario al aislamiento: «Aprende a escuchar a los demás, tus ideas son parte del mundo pero no su totalidad». Materialmente trae una pérdida, ser víctima de crueldad o venganza de otro, incluso ser dependiente de alguien que echa en cara cada migaja que entrega.
Basta con mirar los dibujos para entender la fatalidad de la carta, donde las espadas vienen de fuera y sobrevuelan al consultante, lo que quiere decir que esa fatalidad proviene de una crisis exógena, que no solo te afecta a ti sino a los tuyos. Así se refieren los dibujos a procesos judiciales, la ley, que te pone en la picota, muerte del honor, reputación, de la actividad. Se suman las espadas hasta un punto que preferimos dejar de existir, por lo que la renuncia es un camino más fácil.
Sin embargo, en el 9 de espadas se encuentra el amor y la pasión para recordarnos que la vida merece ser vivida a pesar de todo el sufrimiento.
El éxito que trae el 9 de oros no es igual al del 10. En el 9 se prevén aún posibilidades de crecer y para ello se compite, estimándose que vale la pena el esfuerzo, se llega a la conclusión de que es lo único que merece la pena. Representa personas que se han hecho a sí mismas, tesón, claridad en las metas. Como inconveniente, el precio de la gloria suele traer soledad, no falta de personas alrededor pero sí falta de alguien con quien compartir esa dicha, íntimamente. En el 9 de oros existe un nuevo parto, más que lo que suele entrañar el de copas. Es una nueva obra, nuevas condiciones materiales. Ese nacimiento no es fácil, requiere responsabilidad.
Fuera del mero éxito, esta carta representa la CONSCIENCIA de éste. No solo porque se pueda tener en el aspecto material sino porque existe seguridad en la elección de las opciones mejores y saber lo que tiene importancia en la vida.