Los usos del Tarot se pueden dividir en uso Iniciático y uso Adivinatorio. El uso iniciático del Tarot es el más antiguo, el que le dio origen, mientras que el segundo es el medio de adivinación más popular dada la precisión de sus imágenes. En la Edad Media, cuando se difunde el Tarot en Europa, la Inquisición perseguía todas las formas de religiosidad derivada del paganismo y, por ende perseguía y sancionaba -incluso con la muerte- a adivinos, sus seguidores y cultores por considerarlos «herejes». Entre las prácticas condenadas por esta instancia religiosa, estaban los naipes de adivinación, por relacionarlos con la brujería.
En esos tiempos, el juego de 22 arcanos mayores fue celosamente escondido, mientras que los 56 arcanos menores (las cartas de bastos, oros, espadas y copas) fueron reducidos a las 40 cartas que hoy conocemos como baraja española –un Tarot reducido-: 4 series de 7 cartas numeradas (del As a 7), Sota (o paje), Caballo (o Caballero) y Rey; siendo suprimidas todas las cartas del 8 al 10 y las Reinas.
Los 22 Arcanos Mayores representan principios universales, estados de evolución, situaciones características de la existencia humana a lo largo de toda su evolución. Esto incluye, tanto los valores más elevados del hombre, como los aspectos más sombríos de la personalidad. Los 56 Arcanos Menores se relacionan con los acontecimientos del día a día, aspectos más puntuales de la vida. Las causas, el origen reside en los primeros mientras el qué y sus consecuencias se encuentran en los segundos.
«La única limitación del Tarot está en quien lo lee» (Eliphas Lévi). Pero, además, hay implícita una cuestión de ética: el Tarot no tiene límites temáticos, ni de espacio ni tiempo; pero no se puede preguntar sobre aquello que no nos ataña directamente. Podemos preguntar sobre cualquier tema que sea de nuestra incumbencia, hacer cualquier pregunta cuya respuesta sea «útil» y «digna». Preguntar sobre otras personas (sea el hijo, el mejor amigo, el jefe o la esposa), si el asunto no nos compete – competer y no sentir curiosidad-, nos convierte en impertinentes, indiscretos y hasta insidiosos. Re preguntar tampoco tiene sentido, es esta la postura de quien te dice, quería ver si se han producido cambios. Cambios… en el día a día sí, pero no se producirán sustancialmente si los sentimientos, acciones, pertenecen a otros y no a nosotros, donde el cambio entendido como crecimiento será quizás mucho más lento y menos espectacular de lo esperado.
¿Es que no creo en el Tarot como uso adivinatorio? Sí, por supuesto pero en un nivel secundario, dándole relevancia al plano verdadero, al verdadero camino o Taro. Un ejemplo muy sencillo sería preguntar ¿Vuelve mi ex, me buscará? O enfrentarte a una consulta donde se reflejen tus limitaciones personales y en pareja para evolucionar, para ser una mejor versión de nosotros mismos.
¿Corresponde al Tarotista dar malas respuestas aun cuando el consultante ha expresado que no las desea? O libertad del profesional versus derecho de objeción. Sinceramente creo que quien acude al Tarot no puede alegar desconocimiento de su sistema, es decir, que yo considere que el Tarot es un juego vulgarizado de uso adivinatorio no me exime de que él de su respuesta. El Tarot no juzga pero tampoco admite esos juicios. Por desgracia, es labor del profesional día a día elevar este arte a su máxima expresión, sin saber muy bien cómo y recibiendo alguna que otra mala respuesta por su defensa.
¡Hola Sacerdotisa! Feliz día de Santiago apostol. No sé si es fiesta en tu Comunidad.
Con respecto al tema de hoy, la pequeña historia de la baraja española me ha resultado interesante, de hecho siempre me pareció esta baraja más cautivadora y bonita que la denominada baraja francesa.
Tal y como expones el tema, me parece que el tarot tiene más de una limitación; una es la que dice Eliphas Levy, la del propio tarotista; otra es la del consultante. Pues el o ella también limitan al tarot; limitan su uso, su comprensión, el provecho que podrían hacer de él. Recordemos que los objetos no tienen valor «per se«, sino que ese valor es otorgado. Entonces allí cada cual con el uso o aprovechamiento que quiera hacer de este instrumento.
Besitos.
Totalmente de acuerdo, M. A, hay quien aprovecha muchísimo una consulta y quien por consultar no vive por sí mismo. Besos.
Hola, como siempre, es espectacular leerte.
Te cuento, yo supuestamente aprendí a leer las cartas del Tarot de Rohrig. En una ocacion te pregunté si las conocías y respondiste que no. Digo supuestamente porque a medida que pasaba el tiempo, sentía que no las podía interpretar, y que mis conocimientos eran muy precarios, y así fue como me Di cuenta que me sacaron dinero para enseñarme y era la mujer lo que se dice en mi país, una chanta. Fuera de eso siempre busco información sobre esas cartas, lamentablemente no sé inglés y se encuentran en páginas de YouTube en ese idioma y me pierdo la posibilidad de aprender, ya que me encantan. Fuera de eso siempre tengo una duda del porqué algunas me encantan y otras rechazos, incluso se me vienen a la mente y veo por todos lados sus imágenes, No sé como explicar, es una especie de visión. Como si quisieran decirme algo, también las sueño. No estoy obsesionada con ellas, pero tampoco las utilizo de manera tan seguida. Lo hago como hobbie o entretenimiento. Pero como soy muy curiosa, me gusta aprender. Vos tenes idea porque las cartas se me aparecen. Me dijeron que sucede a todas las personas que inician en Tarot. Saludos y Felicidades.
Otra cosa Ojalá algún día me leas mis cartas del tarot. Si bien me las leo para mi, no es lo mismo, no logró leerlas y mi energía manipula las respuestas.
Adriana, cada vez podrás leerte menos. Al principio uno escoge sus mazos, es normal, unos te gustan más que otros, incluso no sólo de tarot clásico sino de otro tipo de oráculos. Al principio ellas te llaman, lo sientes, es el momento de crear el vínculo. Luego irá cambiando la relación, es normal, yo sueño mucho con cartas y a veces es algo relacionado con la vida, real y otras no. Es un camino lento, jamás recibí clases y creo que sí hay bastante material en castellano pero lo más importante es tu propia fiabilidad. Besos.